Ejercer un buen liderazgo es gratificante, es señal del éxito profesional que has alcanzado y del reconocimiento que te proporciona tu estatus. Pero cuando aceptas un puesto de responsabilidad aceptas el lote completo, también la responsabilidad que supone liderar a tu equipo, un grupo de personas con el que debes buscar resultados, pero también su bienestar, su crecimiento y un buen clima laboral evitando el conflicto. // Autor: Marta Morón
Hoy hablamos de qué podemos hacer desde el liderazgo para ayudar a que el conflicto se solucione, imprescindible para que el clima laboral sea bueno, aumentando así el bienestar de todos.
Solucionar el conflicto
Pasamos más tiempo en el trabajo que en ningún otro sitio, así que es inevitable que haya roces y malentendidos. Hay que reaccionar a tiempo para que el conflicto no vaya a más y se aclare lo antes posible. Y es responsabilidad de todos y cada uno de los miembros de un equipo, y no sólo de tu liderazgo el que esto funcione.
Transmite a tu equipo la idea clara de que no pasa nada porque haya fricciones, pero sí es grave que no se hable del problema hasta hallar la solución o aclarar el malentendido. Hazles ver que confías en su buen criterio para evitar el conflicto. Cuando consigas que tu equipo integre estas ideas, será mucho más fácil que su autogestión solucione los problemas sin que vayan a más.
Ejerce un liderazgo activo
Respeta a tu equipo pensando que son adultos completos y capaces, eso te ayudará a entender que tu papel no es de madre o padre, no intervengas al menor problema, confía en su auto-gestión. Pero en ocasiones el problema puede agrandarse, llegando a que haya personas que casi no se hablan o hacen el vacío a un compañero en concreto. Es ahí donde tu intervención y buen liderazgo puede llegar a evitar que eso se enquiste, con el consecuente problema que el conflicto supone para todo el equipo.
Cuando detectes un conflicto que parece no solucionarse, tu intervención será crucial para mediar entre las partes, logrando así que todos pongan de su parte, o simplemente aclarando mal entendidos. Busca el consenso y el compromiso de todos hasta llegar a una solución. En ocasiones extremas, cuando al acceder a tu puesto de liderazgo el conflicto ya esté enquistado, busca la posibilidad de cambiar a la persona más afectada a otro equipo dentro de la empresa.
Estar atenta/o a lo que ocurre en tu equipo te va suponer tiempo, pero a la larga será mucho más tiempo el que ganéis como equipo en vuestro rendimiento y bienestar, si ejerces un liderazgo activo. Transmite la idea de que no es grave que surja un conflicto, pero sí lo es el que no utilicen su auto-gestión para solucionarlo, e intervén cuando veas que el problema va a más y no se soluciona en un plazo razonable.
"Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser"
Johann Wolfgang Goethe
Sobre Marta Morón:
Marta Morón es Coach y Mentora de mujeres Directivas, Managers, Emprendedoras, Freelancers y con responsabilidades profesionales. Hace más de diez años decidió dar un giro a su carrera de economista, basada en experiencias de Manager en multinacionales como McKinsey y Linklaters, para ayudar a otras mujeres a organizar su Plan de Carrera y a transformar sus vidas. También es dos veces Emprendedora.
Desde entonces, Morón ha ampliado su formación estudiando Coaching con PNL en el Instituto de Potencial Humano, acreditado por la ICF-International Coaching Federation, así como en otros centros pioneros del coaching y el desarrollo personal. Actualmente, además de tener su consultoría "MujerLider - Coaching para Mujeres con Responsabilidades Profesionales", también es profesora de Desarrollo Personal y Profesional, miembro honorífico de Worldwide Branding Who is Who, y colabora con diferentes ONGs. Con su formación y conocimiento laboral, ha ayudado a numerosas mujeres a orientar su vida hacia los retos personales y profesionales que desean conseguir.
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